A pesar de que Nuevo León es un estado que mantiene un nivel de productividad creciente, así como de crecimiento económico y poblacional, el transporte público en Monterrey no le ha seguido el paso. De hecho, en 2019, solo el 59.2% de la población usuaria del servicio de transporte público en el estado consideró que había rutas suficientes.
Así lo reveló la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental presentada por el INEGI. Esto significa que Nuevo León ocupa el séptimo peor puesto.
Por si no fuera suficiente, de los tres estados en todo México que cuentan con una red del metro, en Nuevo León es en donde menos usuarios consideran que las rutas son suficientes. Solo un 61.6% en comparación con la Ciudad de México que alcanzó el 86.1%.
Estas cifras solo revelan la complicada situación en que se encuentra la movilidad en Nuevo León, pero principalmente en Monterrey y en su zona metropolitana, territorio en donde hay más cantidad de personas moviéndose a diario para trabajar y demás actividades propias de una ciudad tan grande.
El asunto es que el servicio de transporte público en Monterrey tampoco es muy bueno. La encuesta gubernamental Así Vamos 2019, reveló también que la calificación que los nuevoleoneses le dan al transporte es de 6.5, un nivel más bajo que años anteriores.
Esto lógicamente derivado de una percepción de aumento en el tráfico, así como en la calidad del aire. Estas son consecuencias del grave problema de movilidad que derivan en tiempos muy largos de traslado de un punto a otro.
Es urgente una intervención
Tanto los cuidados como los organismos empresariales presentes en la denominada Sultana del Norte coinciden que el transporte público en Monterrey no tiene las condiciones de calidad, de seguridad, de suficiencia o de eficiencia que debería tener con respecto al crecimiento poblacional y al desarrollo económico.
Pero ¿cuáles son las consecuencias tangibles de este problema de movilidad? Imaginemos que a diario un trabajador tiene que cruzar Monterrey de un punto a otro para poder llegar a su centro laboral. Si el transporte no tiene las rutas suficientes, si es muy tardado por el tráfico y si es inseguro, el trabajador va a llegar tarde, perderá productividad, perderá tiempo laboral y además tiempo con su familia.
Es por eso que la autorización del gobierno estatal y federal para la realización del proyecto del Tren Suburbano en Monterrey, que conectará al Aeropuerto Mariano Escobedo con el municipio de García, es una opción viable y sustentable para resolver el problema del transporte público en Monterrey.
De acuerdo con el Fideicomiso de Proyectos Estratégicos de Nuevo León, entidad encargada de este proyecto, en la etapa inicial se espera una demanda de 250 mil usuarios, lo que se traduce en una disminución de hasta 81 millones de viajes al año que de todos modos se realizan en otros medios.